fe de erratas

29 dic 2012

Televisa en 2012: favores, impunidad y crisis de credibilidad

Televisa en 2012: favores, impunidad y crisis de credibilidad                                 

Las camionetas con logos de Televisa aseguradas en Nicaragua. Foto: AP / Esteban Félix
Las camionetas con logos de Televisa aseguradas en Nicaragua.
Foto: AP / Esteban Félix
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- Todo parecía perfecto este 2012 en la cúpula directiva de Televisa: se impuso a la lógica y consiguió la autorización de la Comisión Federal de Competencia para fusionarse con Iusacell, empresa de su presunto competidor, Televisión Azteca. Sus ingresos y ganancias se incrementaron, sobre todo, en la rama de televisión satelital y en telecomunicaciones.
A nivel político Televisa logró lo que quería. Su cliente consentido, Enrique Peña Nieto, fue nombrado candidato presidencial del PRI. El sexenio falleciente de Felipe Calderón Hinojosa les entregó, como nadie, una fortuna en contratos publicitarios. Su principal adversario, Carlos Slim, con todo y ser el magnatemás rico del mundo, según Forbes, no pudo lograr el cambio de título de concesión en materia publicitaria. Y su competidor en televisión restringida, MVS, se quedó sin el refrendo para explotar la banda 2.5 Ghz, que aceleraría el proceso de acceso a la banda ancha inalámbrica.

La riqueza y la ostentación son visibles entre  los directivos que a los treinta años llegaron a dominar en 1997 la principal compañía de comunicación en el mundo de habla hispana. El yate de Emilio Azcárraga Jean, publicado por Proceso, opaca al de su propio padre, “El Tigre”Azcárraga Milmo.
Televisa es juez y parte en los juegos de la cañería del poder. No es una empresa solamente dedicada a la comunicación y a la venta de publicidad; es un protagonista de los juegos del poder, por encima de sus accionistas. Junto  con TV Azteca promovió una telebancada que en 2012 se volvió más numerosa que nunca. También tiene a su servicio tele-gobernadores que emulan el síndrome Peña Nieto dándoles carretadas de dinero, favores y concesiones para quedar bien “con Emilio”.

Sin embargo, su año de mayor poder comenzó a ser su periodo de mayor impugnación social, sobre todo, entre las nuevas generaciones de jóvenes universitarios que formaron el movimiento #YoSoy132. La prensa internacional, especialmente The Guardian, difundió las irregularidades del convenio secreto entre Televisa y Peña Nieto que desde 2005 reveló Proceso. Y cuando la tormenta parecía haber pasado, surgió el expediente polémico y explosivo de la “caravana de Nicaragua”: las seis camionetas y los 18 mexicanos detenidos el 20 de agosto se convirtieron en la pista más delicada de infiltración o colusión del crimen organizado en el seno de Televisa....................sigue
http://www.proceso.com.mx/?p=328956 

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