fe de erratas

8 mar 2015

excelente estampa de la putrefacción

EPN not welcome                           

 

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 "Asesino” gritan en Londres, al presidente de México, Enrique Peña Nieto

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Soberanía Popular: "El Rey Peña" (8 de marzo, 2015): Peña Nieto y familia en visita "de Estado" a Inglaterra La visita de Enrique Peña Nieto y su familia a la reina Isabel II...

"El Rey Peña" (8 de marzo, 2015)



Peña Nieto y familia en visita "de Estado" a Inglaterra





La visita de Enrique Peña Nieto y su familia a la reina Isabel II en
Buckingham Palace ofreció una excelente estampa de la putrefacción de la
política nacional. En medio de una crisis nacional de proporciones
históricas, con la violencia desbordada, la economía en picada y los
derechos humanos en vilo, el inquilino de Los Pinos otorgó a su esposa e
hijas unas vacaciones pagadas en Londres. Se confirmó que Peña Nieto no
es en realidad el primer mandatario del país, sino un simple ornamento
que desperdicia recursos públicos, igual que la misma reina de
Inglaterra.



Isabel II ascendió al trono el 6 de febrero de 1952, funge
simultáneamente como la gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra y
es el jefe de Estado con más años en el poder del mundo. Representa con
todas sus letras el autoritarismo más retrógrado. Con razón Peña Nieto
se sentía como en casa durante la cena de gala y lucían tan sonrientes y
contentos los integrantes de la comitiva presidencial, que incluía a
Gerardo Gutiérrez Candiani, del Consejo Coordinador Empresarial, y a
José Antonio Fernández, de FEMSA-Coca-Cola. El Partido Revolucionario
Institucional (PRI), fundado en 1946, ha controlado los destinos de la
nación mexicana desde hace aún más tiempo que la reina Isabel II. Ambos
comparten los mismos valores y prácticas de desprecio hacia el pueblo
humilde y de derroche parasitario de los ingresos estatales.


La cobertura mediática lisonjera de la visita “de Estado” buscó fomentar
la perversa fascinación del pueblo mexicano por las monarquías. Por
ejemplo, las reiteradas menciones a la ridícula carroza del “Jubileo de
Diamante” en que se transportaron juntos Peña Nieto e Isabel II, con un
valor de 4.7 millones de dólares y con 260 zafiros y 48 diamantes
incrustados, tienen el efecto de que parezcan normales los gastos
insultantes de Peña Nieto, su gabinete y los exgobernadores priistas en
sus residencias de lujo, aviones barrocos, departamentos en el
extranjero y cuentas bancarias en Suiza. Tanto aquellos dispendios de
Peña y sus cómplices como los de la primera dama y sus hijas en
Inglaterra escogiendo entre los vestidos y las joyas más caros del
mundo, para fingir que ellas también son parte de la realeza, deben ser
motivo de indignación, no de celebración.

Lamentablemente, muchos críticos de Peña Nieto han caído en la misma
admiración monárquica. Circulan por las redes sociales numerosas
imágenes y burlas al mandatario mexicano por supuestamente no estar a la
“altura” de la reina Isabel II. Por ejemplo, una imagen difundida por
una destacada crítica del sistema representa a Angélica Rivera
preguntando a la reina Isabel cuál de los contratistas del gobierno le
habrá construido su hermoso castillo, como si las mansiones de la reina
no fueran resultado de siglos de expoliación colonial. Otras colocan a
Peña Nieto en situaciones incómodas exhibiendo su enorme ignorancia
sobre temas básicos en presencia de La Reina, como si la monarquía
inglesa fuera un modelo de sofisticación para un pueblo mexicano con
grandes tradiciones históricas e intelectuales propias.



Si bien las limitaciones culturales e intelectuales de Peña Nieto y su familia son evidentes, es un error suponer que la realeza inglesa de
alguna manera enarbola principios más elevados. La monarca de Inglaterra
ofreció una cena de gala y apoyó públicamente al mandatario mexicano
precisamente porque comparten los mismos conflictos de interés y la
misma visión autoritaria del poder.


Vale la pena recordar que desde el principio México ha sido una
república. Si bien las fuerzas y las tentaciones monárquicas e
imperiales tuvieron una influencia importante sobre el país durante el
siglo XIX, a partir de la Revolución Mexicana y la Constitución de 1917
el pueblo mexicano se decidió de manera definitiva por una estructura
republicana y democrática para ejercer el poder estatal. Aquella
decisión histórica ha sido traicionada una y otra vez a lo largo del
siglo XX y a principios del actual. Los principales herederos y
responsables de esta traición son quienes hoy se agrupan bajo el escudo
del PRI, partido que, en su insignia, abusa anticonstitucionalmente de
los colores patrios.


Desde el retorno del PRI a Los Pinos en 2012, el proceso de
reinstalación monárquica goza de cabal salud. El Rey Peña pasea por el
mundo supuestamente representando al país, pero el pueblo mexicano tiene
perfectamente claro que el actual ocupante de Los Pinos solamente
defiende los intereses de los más poderosos y ricos de la nación. Urge
recuperar el gran legado de luchas republicanas e igualitarias que han
definido la historia, la soberanía y la identidad mexicanas.


Twitter: @JohnMAckerman

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